Como comentaba en mi entrada anterior, es recomendable seguir unas pautas a la hora de aceptar y comenzar un proyecto, bien sea con un cliente directo o una agencia de servicios lingüísticos, para evitar malentendidos y problemas potenciales. A continuación, enumero algunos de los consejos que considero esenciales a seguir una vez hemos decidido colaborar en un proyecto y que, estoy segura, nos ahorrarán tiempo, trabajo y, en muchas ocasiones, ¡pérdidas de dinero!
1) Deja claras las tarifas
Negocia un precio por palabra/hora con el PM y sé firme en tu decisión. Si acuerdas una determinada tarifa al principio, esta debería ser invariable. Para ello, has de conocer bien de qué va el proyecto y lo que se te pide, y poder ser así consecuente con el presupuesto que demandes. Ten en cuenta que no es lo mismo hacer una traducción técnica, una general u ocuparse, además, del formato del texto. Ajusta tus tarifas al tiempo de trabajo que emplees. Si tienes que calcular a la alza tu presupuesto, mejor así que no quedarte corto ;).
Como en toda regla, existen excepciones y podemos levantar un poco la mano en ocasiones J. Si un PM que te pasa trabajo de manera habitual, te ofrece una tarifa muy reducida en algún proyecto porque el presupuesto de que dispone no es demasiado alto, no dudes en premiar su confianza haciéndole el favor de aceptar ese proyecto aunque sea a una tarifa más baja de aquella con la que trabajas normalmente. Él o ella sabrá apreciar tu esfuerzo y, seguramente, te premie en otra ocasión ofreciéndote una tarifa más alta de la habitual si el presupuesto se lo permite.
Nota: recuerda que el programa PractiCount & Invoice puede serte de gran ayuda a la hora de calcular presupuestos, tarifas y cómputos de palabras.
2) Exige la orden de compra (o Purchase Order, PO) antes de iniciar el proyecto
Como ya vimos en la primera entrada, los PM siempre están muy ocupados. Sin embargo, tienen la obligación de enviar una orden de compra al lingüista antes de comenzar el proyecto. No valen las excusas: «Te la mando en un minuto»; «Por favor, empieza el proyecto y enseguida te la envío», etc. Si empiezas un proyecto antes de recibir la orden de compra, corres el riesgo de que no te paguen lo acordado o de que el PM no contara contigo para el proyecto por error, haya contratado a otro lingüista y hayas hecho el trabajo en vano (y gratis), entre otros muchos problemas. Por ello, aunque hayas trabajado en otras ocasiones con la agencia o el cliente, mi consejo personal es que no comiences ningún trabajo hasta que te envíen la orden de compra o el acuerdo de colaboración por escrito. Te evitarás calentamientos de cabeza…
3) Ten un teléfono de contacto y/o una dirección de correo electrónico disponibles de la persona a cargo del proyecto
De esta manera, podrás plantearle cualquier problema, desde dudas que te surjan durante la traducción, hasta un posible retraso en tu entrega. La fluidez en la comunicación lingüista- PM/cliente es vital para que el proyecto llegue a buen puerto y dentro del plazo acordado.
Nota: si mantienes una conversación telefónica, siempre es aconsejable que le envíes un correo electrónico mencionando lo acordado para que haya constancia de vuestra conversación, para evitar futuros malentendidos.
4) Asegúrate de que tienes en tus manos todo el material que necesitas para llevar a cabo el proyecto
Una vez que hayas atado todos los cabos con el PM/cliente, comprueba que tienes todos los archivos y el material necesarios para ponerte manos a la obra: el texto original y/o la traducción, glosarios, proyectos anteriores sobre el mismo tema, memorias de traducción, etc. No es profesional pedir los materiales necesarios a cuenta gotas una vez que has comenzado tu trabajo y, además, es una pérdida de tiempo innecesaria.
Nota: como vimos en la primera entrada, muchas veces, por diversas circunstancias, PMs diferentes se ocupan de un mismo proyecto. Si se da este caso, ten paciencia e intenta proporcionarle toda la información que hayas recabado sobre el proyecto al nuevo PM. Esto facilitará su trabajo, puesto que entenderá mejor qué material debe enviarte y, por extensión, también te influirá a ti de manera positiva, ya que el PM estará mucho más informado de la naturaleza del proyecto y podrá buscar soluciones a los posibles problemas que tengas con mayor facilidad.
Por último, recuerda que la amabilidad no está reñida con ninguno de estos consejos. Una buena relación entre PM/cliente y lingüista es fundamental a la hora de facilitar las comunicaciones y crear un ambiente de trabajo cálido. Un «¡Que pases un buen día!» o un «Muchas gracias» es gratuito, y hemos de tener en cuenta que el lingüista ha de hacerse valer no solo por la calidad de su trabajo, sino por su calidad humana y su flexibilidad en la negociación. Es vital entender que cuidar las relaciones interprofesionales puede influir, y mucho, a la hora de que un PM/cliente se ponga en contacto contigo para confiarte un proyecto. Piensa que si eres cordial y te esfuerzas por establecer una buena relación de colaboración con el PM, en la medida de lo posible, ambos estaréis mucho más cómodos trabajando en equipo. Él apreciará tu trabajo mucho más y, casi con total seguridad, te tendrá en cuenta para futuros proyectos. Todo el mundo prefiere trabajar con personas positivas y correctas, que te hagan la vida fácil, que con personas maleducadas y exigentes, que te hagan sentir incómodo y te pongan de malhumor. No olvides que tu profesionalidad se demuestra, entre otras cosas, con tu educación y tu saber estar, y la palabra es nuestra mejor arma para demostrarlo.