jueves, 10 de noviembre de 2011

Quien tiene boca se equivoca. Y quien corrige, también.



«Lo único bueno de equivocarse es la alegría que provoca en los demás» (anónimo)


Bien es sabido que nadie es perfecto. Al mejor panadero se le quema el pan, el médico más experto se equivoca al dar un diagnóstico y hasta el hombre del tiempo falla en las predicciones meteorológicas... ¿Y los correctores? ¿No nos podemos equivocar? Al parecer, no. Cuando el traductor comete un error, todos esperan que el corrector esté ahí para solucionarlo. Aunque el traductor no lo vea, el corrector «debe» hacerlo. Ya se sabe que cuatro ojos ven más que dos, pero, ¿hasta qué punto somos responsables los correctores de la calidad final del texto?

Personalmente, estoy acostumbrada a trabajar en equipo y, en ocasiones, los textos en los que trabajo ya han pasado por un primer corrector cuando llegan a mis manos. Casi siempre, después de mí, al menos una persona más revisa mi trabajo para asegurarse de que no he obviado ningún error. A veces, incluso tienen lugar dos rondas más de correcciones, sobre todo en el caso de textos científicos. La verdad es que con estos últimos, toda precaución es poca: no es lo mismo tomar 15 ml de un jarabe que 75 ml. En estos casos especialmente me siento bajo mucha presión. No solamente intento hacer bien mi trabajo por obligación profesional, también mi conciencia está alerta de la importancia de detectar cualquier error por más imperceptible que parezca.

Sin embargo, a veces, por muy concentrado que estés en la lectura del texto, por muchas veces que lo leas y que lo compares con el original, no ves todos los errores que ya han cometido los que han trabajo en el texto antes que tú. Es materialmente imposible no equivocarse nunca al corregir ningún texto. Y punto. Igual que es imposible no equivocarse nunca al cocinar, al conducir, al hablar... A nadie le gusta equivocarse, y al colectivo corrector, si cabe, todavía menos. Cometer errores contradice nuestra función profesional, que justamente consiste en corregir las equivocaciones de los demás. No obstante, me indigna que nos exijan ser las maquinitas que detectan todos y cada uno de los errores que ya han cometido otros lingüistas que han trabajado en un archivo antes que nosotros, y que por supuesto, tienen todo el derecho a equivocarse también, faltaría más... ¡Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra!

Me considero una buena profesional: soy perfeccionista, me esfuerzo cada día por mejorar en mi trabajo, pero, desde luego, no soy ni Dios ni una CAT tool con glosario integrado. Soy simplemente humana. Y los humanos, precisamente, nos diferenciamos de las máquinas en varias cosas: tenemos sentimientos, somos imperfectos, no siempre somos tan eficientes como ellas pero, sin embargo, tenemos la capacidad de enmendar nuestros errores y mejorar. Por algo somos supuestamente seres inteligentes. Y por algo, los programas de traducción asistida son solo eso, una ayuda para el lingüista, no un sustituto. Porque incluso las máquinas se equivocan (para muestra, las problemáticas fuzzy matches). Y si una máquina se equivoca: ¿cómo se puede esperar que el imperfecto ser humano corrector no lo haga?

La verdad es que aunque esta industria de la traducción está integrada por profesionales humanos, ¿no pensáis que, en general, se actúa de manera bastante deshumanizada? Estamos acostumbrados a señalar los errores de los demás, y esto va por mí la primera, pero no nos paramos a pensar que, a veces, es también necesario destacar lo que los otros hacen bien por encima de los errores cometidos. Todos necesitamos que nos digan lo que hacemos mal para mejorar, por supuesto, pero también necesitamos oír lo que hacemos bien para reforzarlo y continuar trabajando en superarnos día a día, para sentirnos más seguros de nosotros mismos, para que trabajemos mejor, en definitiva, para seguir creciendo como profesionales y estar lo más motivados posible en nuestro trabajo.

Seguro que todos los que trabajáis como correctores habéis salvado numerosos documentos del desastre. Y seguro que habéis hecho muchas más cosas bien que mal. Pero, ¿no os da la sensación de que cada vez que cometéis un error, pesa más este que todos los que habéis solucionado? Es como si todo lo que habéis hecho bien se borrara de un plumazo. A mí me pasa a menudo, incluso llevando años ya trabajando en esto, y corrigiendo muchísimos textos a diario, todavía hoy me sigue afectando el hecho de equivocarme. Y justamente por eso me he decidido a compartir este sentimiento con vosotros, porque estoy segura de que no soy la única persona que se siente así.

Quería deciros que es vital que creamos en nosotros mismos como profesionales, a pesar de los errores que podamos cometer y de las dificultades que podamos enfrentar; aunque no nos reconozcan cuando hacemos un buen trabajo y por mucho que se dediquen únicamente a señalar lo que hacemos mal, debemos tener claro que el mejor corrector del mundo cometería errores alguna vez y que estos no deben servirnos para hundirnos, sino para reforzarnos y recordarnos que nuestro trabajo todavía puede ser mejor. Si incluso a nosotros se nos pasa inadvertido algún error, ¡imaginaos qué ocurriría si no existiéramos!

Porque, en definitiva, quien tiene boca se equivoca y quien corrige, también :)

lunes, 7 de noviembre de 2011

Premio a la bloguera versátil (Versatile Blogger Award) y nominados al premio Cherry on Top Award



Hace unas semanas, Curri Barceló (Localización y testeo con Curri), Ismael Pardo (Diario de un futuro traductor) y Víctor Gonzales (El Heraldo de la Traducción) me comentaron que me habían incluido en sus respectivas listas de premios Versatile Blogger Award. No me lo esperaba en absoluto, y desde aquí les doy las gracias de nuevo a los tres (no tengo ni idea de si me ha nominado alguien más, pero si es así, le doy las gracias también desde aquí).  :)

Hace ya casi cuatro años que tengo la suerte de conocer a Curri Barceló, a la que considero mi mentora. Ella me guió en mis primeros pasos por el mundo de la traducción cuando me sentía realmente perdida y no sabía ni redactar mi carta de presentación :). Nunca tendré palabras suficientes para agradecerle su apoyo incondicional a lo largo de estos años. Gracias a ella, además, descubrí la blogosfera, y por lo tanto, gracias a su insistencia existe este blog que me da la oportunidad de compartir con todos vosotros mi experiencia y conocimientos sobre corrección y traducción.

El blog de Ismael Pardo fue uno de los primeros que empecé a seguir cuando me convertí al «bloguerismo» Siempre me ha parecido muy interesante y recuerdo que me llamó mucho la atención su forma de escribir. Sencillamente, el suyo es uno de los mejores blogs sobre traducción del momento.

Por último, Víctor Gonzales es otro gran bloguero versátil que nos regala unas buenísimas entradas en El Heraldo de la Traducción, uno de mis blogs preferidos al que sigo fielmente desde hace meses y del que no me pierdo ni una sola entrada.

Y bueno, una vez terminadas mis «odas prosaicas» a estos grandes, sigo cumpliendo con las reglas del galardón :) :

Siete cosas sobre mí:

1.- Me encantaría ser escritora. De las de verdad. De las que escriben libros :D

2.- Soy una fanática del maquillaje. Tengo mil brochas, sombras, barras de labios y sé para qué sirve un top coat, ja ja ja. Varias personas me han pedido que cree un blog sobre cosmética y automaquillaje, pero todavía no me he animado... Quizá en un tiempo, nunca se sabe :)

3.- Estoy intentando aprender a tocar la guitarra. Mi padre la toca desde hace más de 35 años y la verdad es que yo me mareo cuando tengo tres acordes seguidos, ¡pero no me rendiré!

4.- Y mi fin único de aprender a tocar la guitarra no es otro que cantar mientras la toco... Sí, me chifla cantar. De pequeña cantaba en el coro de una iglesia (y en la ducha, y en el coche... bueno, ¡todavía lo hago! De momento, mis vecinos no han llamado a la policía...) y he hecho mis pinitos en varios karaokes. Mi primera y última actuación delante de público fue hace un mes en la boda de una amiga que quedó encantada, eso sí, ¡yo no probé bocado en toda la noche de los nervios que pasé!

5.- Estoy muy concienciada con la alimentación sana y equilibrada. Tengo mis propias normas y reglas alimenticias y mis amigos me explotan pidiéndome dietas de todo tipo... Igual podría sacarme un sobresueldo ;)

6.- Me pirran LOS SIMS. Es como jugar a las casitas sin tener que recoger los juguetes :D

7.- Hmmm... Estaba yo pensando que igual debería poner alguna cosa «más seria» que me encante hacer, pero ahora mismo no se me ocurre ninguna :D Bueno, también me encanta la cocina. Mezclar todo lo que tengo en la nevera y crear platos nuevos no se me da mal. Y si, además, a los platos acompañan un buen vino y una buena compañía, creo que poco más se puede pedir.

Y como me enrollo cual persiana, paso ya a escribiros los blogs que he descubierto recientemente (teniendo en cuenta que llevo medio añito como bloguera...). Me he dejado muchos, lo sé, ¡pero solo podía poner 15!

1.- ¡Traduzcamos!
2.- Leticia traduce
3.- El traductor en la sombra
4.- El placer de traducir
5.- (Nunca) sobran las palabras
6.- La traductora traidora
7.- El arte de traducir
8.- Letras de Sastre
9.- Azote ortográfico
10.- El taller del traductor
11.- En la punta de la lengua
12.- La prueba de lo ajeno
13.- Aventuras de una traductora-intérprete en Madrid
14.- El blog de Leon Hunter
15.- La magia de la traducción

Ahora os toca seguir la cadena :) Aquí os dejo las reglas del juego:

1. Agradécele al que te ha premiado y añade un enlace a su perfil o bitácora en tu entrada.
2.-Comparte siete cosas sobre ti.
3.- Pásale el premio a 15 bitácoras que hayas descubierto recientemente y que disfrutes leyendo.
4.- Contacta a los bitacoreros que hayas escogido para que sepan que les has dado el premio.

Y dicho esto, desde aquí promuevo, además, el premio Cherry on Top Award, que les concedo a Víctor Gonzales, Ismael Pardo y Curri Barceló, porque sus blogs tienen ese poquito más que los hace especiales :)
Y estas son las reglas de este otro premio, muuuy similares a las anteriores:

1.- Agradécele el premio a quien te lo envió
2.- Cuenta tres cosas sobre ti.
3.- Sube a tu blog una fotografía que te encante y explica porqué.
4.- Concede este premio a otros blogs que lo merezcan.

Hale chicos, ya tenéis faena :)